lunes, 13 de junio de 2016

No sé cómo emprender (3)

La fase de Reestructuración

Bienvenidos otro lunes, el segundo ya, a Las novedades o lo que nos preocupa a los españoles.
La semana pasada fuimos viendo que una solución al desempleo, los bajos ingresos e incluso la tristeza es emprender proyectos que puedan monetizarse. Estuvimos hablando sobre diferentes de emprendimiento online basado en la monetización de blogs, como ser influencers, o ser youtuber, community manager, tener un e-commerce, hay muchas más, comunity manager, diseñador o programador web, etc. 
Pero claro, tenemos un oficio, una profesión y unas rutinas y por qué tengo que trabajar de otra cosa si estudié o hago lo que quiero? Bueno, no tienes por qué, pero si no estás conforme con lo que haces o quieres probar otra cosa, entonces estás en el sitio adecuado. De todas formas, como ya habéis observado, todo lo que aquí hemos escrito no se aplica sólo a emprender, también sirve para:
  1. Optimizar tus recursos en tu vida diaria
  2. Mejorar la organización personal
  3. Esquematizar los problemas de la vida diaria y solucionarlos
  4. Estructurar las ideas para convertirlas en objetivos
  5. Alcanzar objetivos propuestos
Como vemos, sirve para tu trabajo, tus estudios o tu vida diaria. 


fase de reestructuración
Fase de Reestructuración
Bien! La semana pasada cerramos con la fase de duda, aquella fase que nos ponía en una situación compleja, estoy en el punto A, quiero llegar al punto B, pero en medio tengo un mapa conceptual de opciones, no sé discernir cuál es la mejor, ni cómo estructurarlas ni cómo llevarlas a cabo.
Os hablaba de mi propia experiencia, tenía un problema gordo:

Soy historiador, para trabajar de Historiador tengo que tener un doctorado en Historia y al mismo tiempo comer, pero como no puedo trabajar me quedo atrapado en un círculo vicioso del que no puedo salir... ¿de verdad no puedo?

Nos damos cuenta de que el primer paso para la fase de reestructuración es la duda, estoy en esta situación dada, ¿qué puedo hacer?, y planteaba una serie de posibilidades laborales: hostelería, comercial o emprendimiento. Descartadas las dos primeras me decidí por la tercera, pero qué podía emprender si no soy ingeniero, ni inventor ni sé nada de programación web, por ejemplo.
En eso que entramos en la fase de reestructuración, tenemos que dar cuerpo a las ideas para aclarar las opciones. Yo estudié posibilidades de negocio, de expansión y de mis propias habilidades (por qué alguien que lee latín no iba a poder leer lenguaje HTML o PHP -entre nosotros, el php no me gusta nada-). 
Busqué qué cosas podía hacer desde el mundo online
  1. Qué habilidades necesitaba para realizarlo
  2. Qué actividades estratégicas: formación, recursos online, búsqueda de clientes, creación de programas de intervención.
  3. Establecimiento de objetivos.
  4. Formas de llevarlo a cabo.
  5. Quitarse el miedo al fracaso e implementar.
Con la duda, el desarrollo de la idea, el contenido necesario para realizarla y las actividades necesarias para llevarla a cabo comencé mi plan. Y he de decir mucho al respecto, fue difícil, costoso, a veces tedioso, pero estaba triste, casi deprimido, me duele admitir que a veces miraba al suelo desde el piso 27 pensando cómo serían las vistas desde el aire, pero me repuse a todo diciendo que nada ni nadie me iba a derrotar, como dijo el Che Guevara, ni un paso atrás, ni siquiera para tomar impulso, y fue la idea de no rendirme lo que impulsó hacia delante, y si os digo la verdad, estoy encantado de no haberme rendido. 
Por este motivo os invito a todos a no rendirnos y seguir hacia delante con paso firme.

Como siempre, os invito a compartir vuestras experiencias y opiniones, y hasta mañana.



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